Editorial: Norma S.A.
Páginas: 136
Sinopsis:
La trama de la historia se basa en un joven que vive en San Isidro y que está a punto de viajar a Estados Unidos. Antes de terminar de preparar sus valijas, narra como debió enfrentar el tenso clima familiar que vivió desde que tiene 5 años, cuando Ezequiel, su hermano mayor, se va de casa con 18 años tras una violenta discusión. Sus padres nunca quisieron hablar de ese tema, hasta que se enteran que su hermano tiene SIDA. En lo que serán sus últimos meses de vida, mientras su familia niega la enfermedad de Ezequiel y las relaciones se tensan, entre ambos hermanos encarnan una profunda relación, mientras Ezequiel alivia sus frustraciones y depresión por su enfermedad en el cuidado de Sacha, su perro de raza siberiano.
Comenzar a leer este
libro es como entrar en una montaña rusa de emociones. Puedes sentir odio,
tristeza y frustración, todo combinado.
Cuando te sientas a leerlo no paras de hacerlo,
ya que es muy rápido de leer y siempre sentirás un nudo en
la garganta.
Este libro está narrado
a través del punto de vista de un niño (su nombre es desconocido)
contando su vida desde que descubrió que su hermano tiene sida.
Aquel niño comienza a vivir el alejamiento de sus padres acercándose más
a su hermano, él pudo ver quien era sus padres en verdad.
Él no sabía dónde estaba su hermano,
ya que cuando él tenía tan solo cinco años su hermano mayor
se fue de la casa, que hasta se prohibido nombrarlo.
Esta historia sucede en una época pasada,
donde recién empieza a surgir esta enfermedad, y todas las personas
se alejaban de los contagiados con sida, convirtiendo a Ezequiel
una "decepción" para sus padres, ya que estos piensan que
tuvo una buena crianza.
Tiene las frases más bonitas que puede
haber. Aquí les dejo mis frases favoritas de este libro:
"Tal vez lo bueno de los abismos sea que se pueden hacer puentes para cruzarlos."
"Uno de los motivos porque quiero tanto a este perro es por sus ojos. Desde que estoy enfermo la gente me mira de distintas maneras.
En los ojos de algunos veo temor, en los de otros intolerancia. En los de la abuela veo lástima. En los de papá enojo y vergüenza.
En los de mamá miedo y reproche. En tus ojos curiosidad y misterio, a menos que creas que mi enfermedad no tiene nada que ver con que estemos
juntos en este momento. Los únicos ojos que me miran igual, en los únicos ojos que me veo como soy, no importa si estoy sano o enfermos, en los
ojos de mi perro. En los ojos de Sacha."
"Ayer volví, después de tantos años, al río.
El agua, las piedras, los árboles, el viento, son los mismos.
Yo ya no soy el mismo.
Ya no me pregunto cómo será mis destino."
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